miércoles, 6 de octubre de 2010

COMUNICACION HUMANA Y ANIMAL

Pero la comunicación no es solo una posibilidad del hombre.
Si antes de entrar en el campo psicológico, nos permitimos, aunque sea brevemente y de modo general, filosofar acerca de la comunicación, habremos de reconocer que hay un mínimo indispensable para que ésta sea posible, y es la existencia de un emisor.
Para que exista la comunicación debe haber, como mínimo, una dualidad. En la unidad no hay comunicación. Uno no comunica, no podría hacerlo. La comunicación existe a partir de dos, pudiéndose incluir o extender, desde aquí, a los varios o a los muchos.

La comunicación es un puente, un vehículo de contacto, un factor de conexión, una forma de acercamiento, una modalidad de intercambio, un elemento de unión, lo que implica la existencia de una separación, una distinción, una diferencia, una desigualdad entre al menos dos partes, aspectos, elementos, seres o sujetos, y en este último caso tal vez una sensación de carencia, un sentimiento de incompletura por parte de alguno de ellos o de ambos.

La comunicación, desde este punto de vista, tendría que ver con la relación, con la vinculación que se establece entre las partes, elementos o seres que contactan, por lo que no es posible abordar la comunicación sin considerar tal hecho.

Sentadas estas premisas, la comunicación se constituye en una aceptación de la distinción, en un reconocimiento de la separación y en una re-unión, en un búsqueda de acercamiento con lo separado, con el/lo(s) otro(s), que en muchos seres es intencionada y que al menos en el ser humano es, o puede devenir consciente.

Emisor, mensaje y receptor son los conceptos claves en la comunicación.
Comunicación es una palabra muy actual, un término de moda, del que se ha ocupado la Gramática, la Lingüística y con ella la Semiótica; la Psicología, el Psicoanálisis, la Antropología, la Sociología, y hasta la Cibernética. Hay toda una teoría elaborada (de la que muchos psicólogos suelen ser bastante adictos) que es la Teoría de la comunicación. No en vano se nos dice, se nos comunica, vivimos en la era de la comunicación, y por cierto bien rodeados o inundados por los medios de comunicación, los canales por los que circula el objeto de la comunicación para llegar a su destino.

En sentido amplio, podríamos argumentar que todo en la Naturaleza se comunica, en tanto en cuanto un aspecto, un elemento, una parte, un ser del conjunto se acerca, se relaciona, contacta, intercambia con otro u otros y les transmite algo. Este aserto ya porta en sí la idea de un universo móvil, activo, dinámico.

Todo lo vivo se comunica. Así lo hacen los elementos químicos que discurren por las diferentes vías internas de los seres vivos, o que circulan entre éstos y su ambiente; así proceden las células de los tejidos vegetales y animales, de tal modo que los procesos de enfermedad y salud podrían entenderse incluso como "un asunto de comunicación"; así operan las plantas con su medio, lo mismo que los animales entre sí y, por supuesto, al igual que hace el ser humano, que puede dirigirse tanto hacia dentro de sí mismo, hacia su mundo interior, como hacia los otros seres.

¿Cuáles son los medios, los intermediarios, los portadores, los canales de la comunicación?

Vamos a seguir un pequeño recorrido por estos elementos, estas posibilidades, estos medios de comunicación, desde las manifestaciones más simples a las más complejas y evolucionadas, dentro del ámbito animal.

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